De entrada sea inocente en sus actos, no busque ocultarse atrás de él chochos de rueda, impuramiente inabarcable. Mi dios del cielo, nunca sea tan serio así su niño maroto e imbécil, piense un poco más adelante, con más ansejo, su boicoteado artista imbecializad y juguetear como un brasileño grabado en lápis de mármore nueva, poco usadas y sucias de bosta de pájaro y el cípo ya comenzó a comer a sí miesmo por la cauda, vea bien chico.
TEMPO
Há 10 anos